EL MIEDO
Otro día de salir tarde de la oficina, camino hacia la parada del autobús a lo largo de una calle oscura y vacía, presiento que alguien me sigue, acelero el paso; tengo palpitaciones, opresión en el pecho, sudoración fría, temblores, hormigueo, falta de aire y sensación de mareo. Las pisadas se escuchan cada vez más cerca. Al fin, llego a la parada, hay gente esperando el transporte, de repente escucho un ruido fuerte, volteo rápidamente, ha sido un gato mi persecutor, uff!! respiro profundamente aliviada…
¿Qué es el miedo?
El miedo es una emoción natural que se caracteriza por experimentar una sensación desagradable e intensa ante la percepción de un peligro real o imaginario. Es una de las pocas emociones básicas que compartimos con muchos animales. La consecuencia suele ser huir ante el peligro, intentar evitarlo o combatir aquello que lo causa.
Es considerada una de las emociones más primitivas, pues su función es prepararnos para la supervivencia, para dar una respuesta rápida y eficaz ante una amenaza. Asimismo, es un mecanismo de defensa, provocado por cosas específicas y que funciona como una alarma psicológica que avisa de amenazas para la integridad física y el bienestar de la persona.
Manifestación y expresión
El miedo se manifiesta en cuatro niveles:
- Cognitivo: Se transforma en pensamientos e imágenes negativas acerca del estímulo o situación temida, además hay una interpretación que se hace al respecto.
- Fisiológico: Ocurren cambios corporales que originan sensaciones desagradables, como aceleración del ritmo cardiaco y la respiración, contracción muscular, temblor de piernas y manos, sudoración, bloqueos, tics, expresiones faciales como palidez del rostro y piloerección (se erizan los vellos de la piel).
- Conductual: El miedo origina acciones hacia el estímulo o situación temida, como paralizarse, escapar o llorar.
- Neuronal: el miedo comienza en una región del cerebro denominada amígdala, que forma del sistema límbico; este sistema es el encargado de regular las emociones y funciones de conservación del individuo. La respuesta autónoma del miedo (la que no activamos de manera consciente), surge mucho antes de que nuestra razón decida algo al respecto.
Son muchas las áreas cerebrales relacionadas con el miedo. Las más importantes son:
- Tálamo: decide dónde enviar datos sensoriales entrantes (ojos, oídos, boca, piel).
- Córtex sensorial: interpreta los datos sensoriales.
- Hipocampo: almacena y recupera recuerdos conscientes; procesa conjuntos de estímulos para establecer el contexto.
- Amígdala: decodifica las emociones; determina la posible amenaza; almacena recuerdos de las emociones y del miedo.
- Hipotálamo: activa la respuesta de “lucha o huida”1.
¿Cómo Superar el Miedo?
Claves que te pueden ayudar a superar aquellos miedos que te están limitando, impidiendo avanzar y progresar:
- Identificar el miedo.: Primero hay que reconocer que el miedo existe y admitir que lo sientes. Es normal sentir incomodidad al reconocerlo, pero es primordial para cambiar una situación limitativa. No hay nada malo en tener miedo, el miedo forma parte de todos nosotros, y es necesario que sea así. Lo importante, es aprender a utilizar el miedo a tu favor y no en tu contra. Segundo, identifica a qué exactamente tienes miedo, esto te ayudará a tomar conciencia de tus pensamientos y hacia donde estas dirigiendo tu energía. Ponerle nombre y apellido al miedo, te permitirá conocerte mejor para poder gestionar esta situación desde la consciencia y la responsabilidad y te permitirá acceder a los recursos necesarios para hacerle frente.
- Afrontarlo: A veces, la opción que se escoge ante el miedo es huir de la situación que lo provoca, ya sea camuflándolo, pero al huir o tratar de evitar esa situación impides que puedas generar los recursos necesarios para superarla. Si evitas una situación a la que temes enfrentarte, conseguirás que a corto plazo y momentáneamente puedas sentir un cierto alivio e incluso llegar a sentir una cierta sensación placentera, sin embargo, a la larga se convierte en tu recurso habitual nunca aprenderás a superarlo evitando el aprendizaje que te permitiría progresar. Haz una lista de tus miedos incluyendo la intensidad y sensaciones que te provoca. Al escribirlos y exteriorizarlos te permitirá tomar conciencia de lo que te está pasando realmente, te ayudará a poner foco y sacarlos a la luz y desde este lugar podrás empezar a gestionarlo.
- Gestionarlo. Una vez identificados y afrontados, el siguiente paso es aprender a gestionarlos: entender cómo se originan, en qué situaciones se producen, por qué se generan, qué haces cuando aparecen etc. Analizar este tipo de situaciones te ayudará a entender por qué aparece el miedo y que función “positiva” tiene este comportamiento (a pesar de que este siendo desadaptativo o negativo «el comportamiento» está buscando algo “positivo”). El cerebro siempre tiene una intención positiva en cada uno de los comportamientos y pensamientos que tienes (a pesar de que a veces las consecuencias sean nefastas para ti). Al identificar el por qué aparece, puedes desmontar esa creencia para construir otra que sea adaptativa y positiva para ti. Las oportunidades que pierdes por sucumbir a tus temores son muchas.
- Pasar a la Acción. La mejor manera de combatir el miedo es pasar a la acción, dar un paso al frente y probar cosas diferentes de las que has hecho hasta ese momento. Cambia el miedo por una oportunidad de superarte, visualiza cada situación como una ocasión para actuar de un modo diferente y progresar en tu vida. Es la mejor manera de vencer ese miedo y experimentar sensaciones de logro, superación y satisfacción. Casi todos los miedos están proyectados hacia el futuro (lo que pasará si hago esto o lo otro) o hacía el pasado (algo que hiciste con anterioridad y obtuviste un resultado no deseado). Por lo que es primordial que te centres en el presente vivir el ahora1.
Conclusión
El miedo es una emoción natural, en nuestro cerebro se estimula la misma zona que produce también el placer, de manera que a nivel fisiológico liberamos una serie de hormonas, adrenalina y cortisol, entre otras; a nivel físico presentamos sudoración, palpitaciones, temblor, opresión de pecho, falta de aire, entre otras.
En una situación de peligro real o imaginaria nos prepara para la supervivencia. En una situación controlada, al leer un libro, ver una película, en atracciones y juegos nos encanta sentir está emoción una y otra vez.
El miedo como se expuso es una herramienta de supervivencia pero también puede ser negativo al incapacitarnos para realizar nuestra vida cotidiana. Por ello es importante aprender a superar el miedo, y e aquellos casos disfuncionales acudir con un profesional de salud mental como un psicólogo y psiquiátrica para ayudar a afrontarlo.
Bibliografía
1.UNAM. (2022, marzo). El miedo, una alarma mental para proteger la integridad. Revista Global.
https://unamglobal.unam.mx/global_revista/el-miedo-una-alarma-mental-para-proteger-la-integridad
2. Tierra Coach. (2019). El miedo termina cuando tu mente comprende que es ella la que crea el miedo. Associate Certificed Coach. Blog.
www.tierracoach.com/blog/el-miedo-termina-cuando-tu-mente-comprende-que-es-ella-la-que-crea-el-miedo
Cuéntame tu peor miedo, y cómo lo has controlado o superado…
Hola Wera Rojo, interesante el tema de tu blog. Yo sufro de claustrofobia (miedo a los lugares cerrados) desde que era adolescente. Durante muchos años evitaba los elevadores, túneles e incluso a viajar en avión ya que me causa mucha ansiedad y sensación de asfixia. Pero desde que decidí ir a terapia, poco a poco voy controlando mi miedo, y espero pronto superarlo por completo.
María Yrma, gracias por tu comentario 🤗💚🦄
Te felicito por acudir a terapia psicológica, es importante solicitar ayuda para superar nuestras fobias, ansiedad y demás padecimientos mentales. Estoy segura podrás superarlo por completo.
Saludos y excelente vibra 🌟